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La Fundación Aldaba se crea en el 1999 con el propósito de contribuir a la mejora social y desarrollo de las personas más vulnerables. Desde el inicio la fundación se creó con el propósito de ser una fundación tutelar para atender a personas que han visto modificada su la capacidad de obrar por sentencia judicial o que necesitan un acompañamiento más cercano en alguna área de su vida. Trabajan con menores, con personas mayores y con personas enfermas y discapacitadas. 

Geográficamente, la Fundación Aldaba se halla presente en varias comunidades, destacando su presencia en Madrid, Galicia e Islas Baleares. En la Comunidad de Madrid la Fundación se centró desde el inicio en la atención de las personas mayores. 

Trabaja en cuatro áreas: 

1. Tutela y curatela de personas que han perdido su capacidad de obrar por orden judicial. La Fundación despliega un amplio abanico de actividades para la protección y mejora de la calidad de vida de las personas a su cargo, que van más allá de una mera administración por mandato judicial. La Fundación Aldaba tiene actualmente 600 personas tuteladas, la mayoría de ellas, personas mayores. 
2. Infancia y juventud en riesgo:  mantiene operativos cinco recursos residenciales de protección para la atención a los menores y adolescentes en situación de riesgo o desprotección, con 54 plazas, en los que se ofrece un recurso estable de convivencia, proporcionándoles un desarrollo integral, mientras se resuelve su situación familiar o bien se le proporciona una alternativa a la misma. También desarrolla y proyecto de viviendas para la emancipación de menores y jóvenes extutelados, iniciado en mayo del 2016, como garantía de apoyo para los menores a partir de 18 años tutelados que no puedan retornar a su domicilio familiar cuando hayan cumplido la mayoría de edad y necesiten de una vivienda y un acompañamiento social, que favorezca su futura emancipación, pudiendo estar en el recurso hasta los 25 años (un proyecto semejante a Carmen Gandarias Etxea). 
3. Discapacidad: gestiona un centro de día en la localidad de Alcalá de Henares, para personas afectadas de discapacidad física y/o psíquica.
4. Atención de mujeres víctimas de violencia de género: en 2018 pone en  marcha el Proyecto de Intervención de Apoyo Familiar y Social de protección para mujeres víctimas de violencia de género para el Ayuntamiento de Vigo con el fin de lograr la integración socio-laboral y la estabilidad emocional necesarias de cara a la normalización de la situación. 

Desde 2022 la Fundación Carmen Gandarias está ayudando a la Fundación Aldaba en el programa A Su Lado, de apoyo y protección de personas mayores en situación de desprotección y soledad, que viven principalmente en sus propios domicilios en la Comunidad Autónoma de Madrid. Con más de 20 años de experiencia del programa de tutela de mayores en Madrid, se ha observado que, para el perfil de personas mayores a las que le ha sido modificada su capacidad de obrar, no basta con atender los aspectos jurídicos y administrativos si no que se necesita una atención integral y cercana en muchos aspectos de su vida, atendiendo también la parte social y comunitaria. En este sentido, la Fundación tiene la tutela de 600 acianos en Madrid y de ellos, realiza un seguimiento y apoyo personal intensivo en 80 casos tutelados. 

Con la ayuda de la Fundación Carmen Gandarias, la Fundación Aldaba está atendiendo a 40 ancianos sin recursos económicos ni sociales, a través del Programa A Su Lado. Son personas mayores en una situación de riesgo y gran vulnerabilidad, que necesitaban de una atención sociosanitaria próxima y cuyas necesidades no están atendidas por otros recursos públicos. 

La finalidad del proyecto es mejorar la calidad de vida y prevenir la soledad no deseada, mejorar la autoestima y las relaciones sociales de personas mayores sin ninguna red de apoyo familiar o social que, aunque oficialmente tutelados, viven de forma independiente. Para ello se realiza una atención integral e individualizada en todas las áreas de la vida si se precisa (jurídica, patrimonial, económica, doméstica, médica, nutricional, ocio, envejecimiento activo…) a través de un servicio de proximidad y acompañamiento. Con este servicio se fomenta la permanencia en el domicilio, en su entorno social y familiar, facilitando también el apoyo a familias y cuidadores si los tuvieran.